martes, diciembre 06, 2011

03/12/2011 - Grà de Fajol de Dalt

Txell y Salva en la cima del Grà de Fajol.

Ya es muy tarde cuando Txell y yo, decidimos hacer algo y cambiar todos los planes que ya habíamos hablado antes.

Cenamos un Donner rápido mientras preparamos las cuatro cosas necesarias. Cargamos la furgo y carretera hasta Vallter. Allí nos encontramos con un cielo impresionante, frío, aunque no insoportable y más nieve de la que esperábamos encontrar. Charlamos un momento pero el sueño gana y toca dormir.

Nos despertamos sin madrugar demasiado y el parking que hay en la curva desde donde sale el camino que lleva al refu se está empezando a llenar. Nos cambiamos, preparamos las mochilas y discutimos sobre que podemos hacer. Ni Txell ni yo llevamos crampones. A ella le regalaron unos que no hemos conseguido que le funcionen con las botas y los míos, posiblemente, los tiene una amiga a la que se los dejé. No tenemos muchas opciones, iremos tirando hasta que la cosa se ponga algo más fea y tocará volver.

Nos encontramos con una cantidad incontable de gente con esquís y el resto, los que caminan, todos con crampones. El camino de subida al refu está bastante helado y nos lo tomamos con calma.

Descansito al llegar para tomar aire y nos ponemos de nuevo en marcha.

Vamos tirando. La nieve está dura pero por el momento nos deja avanzar y tampoco se ve muy complicada una retirada. Llegamos al Coll de la Marrana y lo subimos mucho mejor de lo que esperábamos. Para bajar tampoco parece que vayamos a tener demasiados problemas.

Grà de Fajol de Dalt.

Una vez arriba y viendo las perspectivas si que decidimos cambiar de planes y dejamos el Pic de l‘Infern para otra ocasión. Sin crampones no se si será muy buena idea pasearse por allí arriba. Nos desviamos a la izquierda y poco a poco, intentando encontrar la mejor nieve posible para nuestra situación, vamos ascendiendo hasta la arista que pocos metros más tarde nos dejará en la cima del Grà de Fajol de Dalt 2708 m.

Disfrutamos un rato de la cima y las vistas y poco después empezamos un tranquilo descenso hasta la furgo.