02/10/2010 - Banyadores

Preparación a pié de vía.

Es mediodía. Nil, Jan y yo, no llevamos más de cinco minutos esperando cuando llega el tren donde vienen Olga y África. Damos un tranquilo paseo hasta el coche y nos subimos hasta Cabrera donde paramos en la terracita de siempre para regalarnos un segundo almuerzo.

De allí ya nos vamos para Banyadores. Aparcamos y subimos todos, con mucha calma, hasta las paredes. Nos decantamos por el Sector Clàssic, donde en un principio hay menos gente.

Primera vía, monto Curset 4b. Se mete Olga y la saca sin ningún tipo de problema. Le toca a los guerrilleros. Después de negociar un poco los turnos, decidimos que lo haremos de mayor a menor. Se mete Nil, supera un par de pasos y se le complica la vía. Prueba un poco más a la izquierda, supera un par de metros más y se da por vencido. Es el turno de Jan. Se me ocurre hacer un cambio de turnos y consigo liar un buen pollo. Jan sube y África pilla un cabreo importante. A los poco más de dos metros Jan ya ha tenido suficiente pero África está demasiado enfadada con todos como para ponerse a escalar.

Después de muchas negociaciones sin conseguir que se le pase la rabieta desistimos y para desmontar la vía, me meto en Infanticides compulsius 6a. Olga la prueba y se ha de pelear varias veces con el paso cabrito hasta que consigue solucionarlo.

África, que se ha ido acercando sigilosamente, parece que ya se ha olvidado del problema de los turnos. Olga vuelve a pelearse con Infanticides compulsius y esta vez si que consigue superar el paso y llegar a la reunión de su primer 6a en Tope Rope.

África.

Jan.

Nil.

Decidimos movernos un poco más a la derecha y montar otra vía fácil para que los peques puedan seguir jugando. Ahora los turnos irán de menor a mayor. Monto Iniciació 3+. Prueba África mientras la voy subiendo, “disimuladamente”, colgándome de la cuerda. Baja tan contenta que quiere volver a repetir. Se mete Jan y utilizo la misma operación de izamiento de petate. Cuando está bastante alto, para lo que es para el, estar bastante alto, dice que ya le puedo bajar. Es el turno de Nil. Se notan los dos años de más. Sube la vía sin ayuda aunque mantengo la cuerda algo tensa mientras babeo viendo como busca presas y coloca los pies. Llega a la cinta donde empieza el flanqueo y se baja.

Repetimos la ronda y los tres vuelven a subir y África todavía necesita un pegue más. Olga y yo llegamos a la conclusión de que tal vez, siendo la hora que es, no estaría de más bajar a comer algo.

Como “buenos” padres, llevamos a nuestros hijos a comer-merendar-cenar al McDonald’s sobre las seis de la tarde.