Mercè saliendo del desplome de la nueva sección.
Ya hacía algún tiempo que tenía ganas de repetir la ferrata de Baumes Corcades de Centelles y por una cosa o por la otra nunca encontraba el momento de ir hasta que después de hablar muy poco con Mercè me animó a ir para allí.
Por suerte para mi, no madrugamos demasiado y Mercè pasa por casa, aparca, cogemos la furgo y nos subimos para Centelles.
Al llegar, imaginamos sin equivocarnos, que en la ferrata nos vamos a encontrar con más gente que la larga cola de coches aparcados tras los que dejamos el nuestro.
Ponemos lo imprescindible en la mochila y nos damos un corto paseo hasta donde empieza la ferrata. Allí, a la sombra y haciendo tiempo para que otros grupos que ya esperaban desde hacia un rato salieran para arriba, nos ponemos todo lo necesario. Mercè es la primera vez que se mete en una ferrata pero tiene bastante claro como funcionan las maniobras.
Llega nuestro turno y empezamos a subir. Primero yo y ella detrás. La verdad es que durante toda la ferrata, si no fuese porque ella me dice y me repite que nunca lo había probado, viendo la tranquilidad con la que subía, no me lo hubiese creído.
Superado el primer tramo paramos bajo la sombra de un arbolito para beber un poco de agua y charlar un rato mientras esperamos que la gente que espera para pasar el puente se vaya reduciendo.
Algo más tarde, cansados de la espera, nos ponemos de nuevo en marcha y al llegar a la bifurcación optamos por el tramo difícil, el del puente tibetano. Cuando ya estamos llegando, nos encontramos con lo previsto y tenemos como unas nueve personas delante. La espera ha sido muy larga pero Mercè, mucho más simpática que yo, enseguida ha entablado comversación con la pareja que iba detrás nuestro y con los que desde ese momento ya hemos seguido juntos, toda la ferrata.
Paso el puente, no sin algo de sufrimiento en el tramo central. Pasa Mercè sin parecer que le haya costado demasiado y esperamos a que pase la pareja. A partir de aquí vamos charlando durante el largo y aburrido flanqueo hasta la siguiente bifurcación.
Mercè opta otra ve por el tramo difícil. Al llegar a las grapas del desplome ya se ve que es durillo. Subo yo y detrás viene ella. En un paso se le escapa una mano y aunque sin hacerse demasiado daño, se da un buen golpe y yo me quedo acojonadito. El resto lo supera con más ganas que fuerza y llega arriba donde yo ya estoy descansando. Un tramo durillo pero muy chulo.
Caminamos hasta el último tramo y la pareja se despide y se vuleve para abajo. Mercè está cansada pero tiene clarísimo que no piensa abandonar y seguimos. Pasa ella delante. El desplome de la escalera lo supera bastante bien, la escalera la sube sin dificultad y me espera arriba donde ya trás un corto paseo y el último desplome nos plantamos en la cima del Puigsagordi 932 m.
Desde aquí un tranquilo paseo, con tramos de jabali por culpa de un despiste, nos lleva hasta la furgo.
3 comentarios:
Hola!
El nou tram de la ferrada fica les piles eee...jo també vaig portar uns col·legues a que probessin aixó de les ferrades i em preocupava si pasarien bé per aquest tram.Tot va sortir pro bé.
Fins un altre!
Hola Quimi, doncs si que tens raó... jo vaig acabar bastant infladet però es molt divertida... val la pena.
Fins ara
es una ventaja tener este "pequeño"
gimnasio al aire libre tan cerquita de casa...
Yo suelo ir entre semana.. un par de veces al mes... es un buen entreno hacerla corriendo...
( está claro que en las subidas corres bien poco.. pero vamos.. que quan vaig, m'agrada anar per feina..;-)))
También es una buena opción y entreno si no hay mucha gente por debajo... "desgrimparla"...
Buffffffffff.... ;-)))
Salut i muntanyes...
( Saps que darrera del Puisagordi ( a Collsuspina) hi ha un "nuevo" sector con vías "fáciletes" i al sol...??? )
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