21/08/2009 - Carros de Foc V

Sobre las siete de la mañana el refugio se pone en marcha y se oye movimiento. Por suerte tanto Mabel como Laia no empiezan su turno hasta las nueve y eso nos da un par de horas más de sueño.

Al levantarme, el dolor de cabeza me recuerda la partida de dados de la noche anterior. Hacemos tiempo mientras las chicas acaban sus tareas y almorzamos todos juntos bajo un sol que ya empieza a apretar de nuevo.

Al acabar el almuerzo ya empieza a llegar gente para fichar la cartilla. Ayudamos un poco a arreglar las habitaciones pero somos más estorbo que ayuda. Son las 11:30, nos cargamos de nuevo las mochilas, nos despedimos muy agradecidos y por fin empezamos a caminar para acabar este último tramo.

Deshacemos el camino del día anterior dejando atrás el Estany Negre de Peguera y la vista del Estany Tort de Peguera hasta llegar al desvío que hay junto al Estany de la Coveta.

Un pequeño descanso y otra vez a caminar. Pasamos cerca del Estany Gran de Peguera y ganamos el Coll de Monestero. Al llegar arriba un nuevo descanso rodeados, a la izquierda por el Pic de Peguera y a la derecha por el Pic de Monestero. Tras el descanso iniciamos la bajada que en su tramo inicial es muy rápida y llegamos algo más tarde al fondo del valle.

Desde aquí, planeamos por el Prat de Monestero mientras una mezcla de sentimientos se unen para conformar aquella sensación que tantas veces he sentido. Por un lado, la alegría de haber conseguido superar nuestro propio reto, por el otro la certeza de que volvemos a la vida normal.

Nos acercamos hasta el Estany de Sant Maurici, volvemos a disfrutar de la vista de los imponentes Encantats y bajamos hasta el refugio Ernest Mallafré donde llegamos sobre las 15:30.

Aquí ya no vale la pena pedir la cerveza y decidimos esperarnos a llegar a Espot. Vamos de nuevo hasta donde paran los taxis, esperamos poco menos de dos minutos para llenar uno y después de cargar las mochilas nos despedimos de el parque nacional.

Al llegar a Espot, nos regalamos un par de cervezas, una pizza, un café y algo más tarde nos subimos a la furgo y ya no pararemos hasta llegar a casa.