18/08/2009 - Carros de Foc II

Aunque no he dormido demasiado bien al menos he podido descansar un poco y ni he pasado frío ni hay gota de humedad por lo que al despertarnos los sacos están completamente secos. Pep no ha tenido tanta suerte ya que alguien que ha salido a mear por la noche ha pasado por encima de él. Un pisotón en la espalda, otro en el culo y alguien que se aleja hacia el lavabo pensando que ha pisado barro y no se da cuenta hasta la vuelta hacia su cama.

Mientras almorzamos unas galletas, diferentes grupos van saliendo del refugio para seguir la misma ruta que tenemos la idea de hacer nosotros. Primero salen dos chavales vascos. A los pocos minutos les siguen detrás unos chicos de Castellón y nosotros a las 07:30 después de despedirnos del guarda y agradecerle los postres de la cena, salimos casi a la par que un grupo de Moià, algo más numeroso.

Dejamos atrás el refugio y el Lac de Baish, superamos el Coth deth Tuc Gran de Sendrosa y paramos a descansar. Sacamos el hornillo y caliento algo de agua para hacer un té mientras Pep sube el Pic de Pishader. En cuanto baja nos acabamos el té, comemos una barrita de chocolate y nos ponemos de nuevo en marcha.

Aunque el camino está bien señalizado, en algún momento, supongo que durante una entretenida charla sobre la vida, nos hemos despistado y después de pasar junto al Lac Clòto de Baish visitamos el Lac Long y el Estanh des Cabidornats antes de aparecer en el Lac Major de Colomèrs justo en la orilla opuesta de donde se encuentra el siguiente refugio. Para llegar hasta el refugio rodeamos el lago, grimpamos un par de pasos y hasta nos sacamos las botas en una ocasión para meternos en el agua y ahorrarnos una tonta subida y bajada no muy larga pero con bastante pendiente hasta que por fin llegamos al refugio de Colomèrs.

Al entrar saludamos al grupo de Moià y entramos a buscar la cerveza para celebrar el nuevo tramo realizado y acompañar a unos cacahuetes que desaparecen en poco tiempo mientras nos sentamos fuera, relajados, mirando el lago.

Una vez repuestos nos volvemos a poner en marcha. Dejamos a nuestra izquierda el Estanh Mort y seguimos la ruta ascendiendo el cansado Port de Caldes. Bajamos y pasamos junto a Estany del Port de Caldes y los estanys de Margades y Monges para volver a ascender poco después el Coll de Crestada. Desde aquí, según una señal, la cima del Montardo queda a una hora de camino.

Otra vez bajada pasando junto al Estanh deth Cap deth Pòrt y sin ningún tipo de problema seguimos el descenso hasta el refugio dera Restanca donde entramos a las 15:00 para pedir la siguiente cerveza que nos tomaremos en la terraza, contemplando el Lac dera Restanca mientras unas tímidas gotas nos avisan de que en breve empezará a llover de verdad.

Estamos bastante cansados y aprovechamos que la lluvia cae con más fuerza para entrar en el refugio, cocinar algo y comer en una mesa.

Al salir de nuevo a la terracita volvemos a coincidir con el Grupo de Moià y pasamos un rato charlando mientras el sol y la lluvia se van turnando.

No tenemos demasiado claro seguir hasta el siguiente refugio y preferimos dar el pateo por concluido. Estamos un poco tocados. Pep con un dolor bastante fuerte en un tobillo y yo aparte de tener la sensación de que en cualquier momento me va a coger una rampa en cualquiera de mis dos piernecillas, estoy en pleno ataque de súper pesimismo y ya no tengo nada claro que podamos acabar la ruta.

Decidimos esperar a mañana para tomar una decisión y ver si seguimos o nos volvemos con calma para casa.

Pasamos el resto de la tarde ojeando alguna revista y hablando sobre la vida. Cuando después de que sirvan las cenas, queda una mesa libre la ocupamos dispuestos a picar algo antes de ir a dormir. Junto a nosotros se sienta Sergi, un chico de Valencia que va solo y está haciendo el GR11.

Tras una animada charla nos despedimos y salimos a la terraza con una lata de Coca-cola con la que improvisamos dos cubatillas. Damos un corto paseo por la presa y cuando ya casi no queda gente fuera, estiramos las esterillas y nos metemos en los sacos bajo otra impresionante noche estrellada.