Nos despertamos bastante pronto después de pasar muy buena noche. Los relámpagos de la noche se quedaron en nada, las estrellas se fueron apagando y el sueño venció.
Con las primeras luces volvemos a calentar agua, hacemos un poco de té y lo volvemos a acompañar de unas galletas.
A las 07:00 nos cargamos las mochilas, abandonamos nuestros cómodos colchones de hierba y la vista del Estany de Dellui y empezamos de nuevo a patear.
Seguimos el camino que sin pérdida nos lleva hasta la Collada de Dellui. Al llegar arriba, un descanso y otra vez a disfrutar del paisaje que nos regalan estas montañas. Empezamos la bajada, cruzamos el Estany de Cubieso y el de Mariolo y llegamos al Estany Tort. Vamos siguiendo el largo camino que bordea este estany hasta que encontramos unas antiguas vías, supongo que para las carretillas que se utilizaban para llevar piedra. Seguimos estas vías y llegamos a la Font de la Portella donde volvemos a descansar unos pocos minutos. Una vez hidratados volvemos al camino y llegamos al refugio de Colomina.
Coincidimos de nuevo con Iñaki y Gaizka. Entramos a saludar a Xavi, otro amigo de Premià. No tenemos suerte y resulta que acaba de salir a patear un rato, para aprovechar sus momentos de relax. Pedimos unas cervezas para celebrar el nuevo tramo superado y charlamos con los vascos y los chavales de Castellón que acaban de llegar.
Salimos a la par que Iñaki y Gaizka pero los vascos tiran mucho más fuerte y enseguida los perdemos. Pep decide tomarse un bañito en las transparentes aguas del Estany de Colomina antes de seguir caminando y también nos adelantan los de Castellón.
Empezamos una dura subida que nos lleva hasta el Estany de Mar, bordeamos el Estany de Saburó y ascendemos hasta el siguiente collado que tenemos que atravesar. Descansamos al llegar a la Collada de Saburó. Comemos algo y empezamos una cansada bajada que cruzando el Estany de Cap de Port y el Estany Negre de Peguera nos regala, antes de la última y pronunciada bajada, la vista del bonito Estany Tort de Peguera y el refugio J. M. Blanc, final de trayecto para este día.
Llegamos al refugio a las 15:30. Nos encontramos con vascos y castellonenses. Entramos a saludar a Mabel, la chica que hemos conocido en Espot. Pedimos unas cervezas con la excusa de celebrar un nuevo tramo superado y en ese momento suena la emisora. Otra de las chicas del refugio, Laia, coge la llamada y me pregunta si soy Salva. No se si era vergüenza o incredulidad pero a los tres segundos me veo en la cocina del refu hablando por la emisora con Xavi, que llama desde el Colomina y no nos ha perdonado que no nos esperásemos para tomar una cervecita juntos.
Me despido de Xavi y salimos fuera. Hablamos un rato con Gaizka, Inaki y los chicos de Castellón. Al día siguiente todos acabamos la ruta y estamos bastante animados. Con Pep discutimos sobre si cenar en el refu o seguir como estos otros días. Al final gana él, nos apuntamos para cenar y pedimos un par de cervezas más.
Cuando Mabel acaba los trabajos de limpieza nos lleva, en un corto paseo, hasta el Estany de la Cabana. Pep se baña y Mabel y yo, aunque el agua no está demasiado fría, nos mojamos los pies. Pasamos un buen rato charlando en este sitio tan tranquilo hasta que Mabel tiene que volver para empezar a preparar las cenas.
Bajamos al refu, quedamos con Mabel que más tarde nos veremos y hacemos tiempo para entrar a cenar con el segundo turno. La cena es carísima pero después de estos días de sobres, té, galletas y pan con fuet, aprovechamos hasta el último resto de la comida mientras los otros comensales nos miran preocupados.
Al acabar la cena, salimos fuera y charlamos con Gaizka e Inaki. Al poco rato Mabel nos trae unas cervezas y unos vasitos de ratafía y cuando acaba el zafarrancho de limpieza vuelve a salir con Laia y nos presenta a Nora y Pati, las otras dos chicas que están trabajando en el refugio. Nos comentan que ya han estado hablando y que si queremos dormir con ellas no hay ningún problema. Sacamos la botella de whisky, que hemos paseado estos días y entre chupitos y alguna cerveza va pasando el rato.
Cuando el refugio ya empieza a estar calmado y la mayoría de la gente ya duerme, las chicas nos invitan a pasar a su habitación. Pati y Nora se van a dormir y Mabel, Laia, Gaizka, Inaki, Pep y yo nos quedamos charlando alrededor de la mesa. Se suceden los chupitos de ratafía, whisky y alguna cerveza mientras hablamos de política y no se cuantas cosas más. Saturados de la charla, sacamos unos dados y decidimos jugar al mentiroso. Muchas risas, buenos momentos y algún chupito más.
Ya es bastante tarde, los vascos se despiden y se suben a dormir a su habitación. Pep y yo, ayudamos a recoger un poco la habitación y poco después ya estamos roncando sobre los colchones de la litera.
2 comentarios:
Ostia semblava un altre final je je je. Acabamos roncando sobre los colchones, pero bueno aki que passa?
Mingo, si que sembla que tingui que haber-hi un altre final però així van ser les coses i així les he explicat...una vida plena de triunfos y fracasos!!
Fins ara
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